miércoles, 25 de enero de 2012

De cine. Afuera de Satán.

Afuera de Satán.

Categoría: 4. Cine y literatura.

En un poblado de la costa norte de Francia (Havre) vive un vagabundo, recibiendo los alimentos que le regalan en algunas casas. Vive solitario y durante el día recorre el bosque y las dunas cercanas a la playa. Un día conoce a una joven que se encuentra muy afligida por el maltrato que recibe en su casa por parte de su padrastro. A partir de entonces, el ya no tan joven vagabundo y la muchacha realizan frecuentes caminatas juntos. Por momentos se sientan o se hincan a contemplar el paisaje o se ocupan de encender una fogata para protegerse del frío y del viento incesantes. Un día durante una caminata, el vagabundo conduce a la joven hasta un tanque de agua elevado y de un pequeño cuarto situado en la base de la construcción saca una escopeta. Sin hablar, como sucede la mayor parte del tiempo, se dirigen a la casa de la joven y desde un establo aguardan la salida del padrastro. Cuando este pone un pie fuera del quicio de la puerta, el vagabundo dispara y lo abate. Sin perder la serenidad, se retiran del lugar y continuan su vida con normalidad. En los días siguientes al funeral, la madre de la joven parece un poco más tranquila, aunque las presiones sobre ambas no aminoran. La policía investiga el caso y está frecuentemente presente en el poblado.
Las escenas de las caminatas de estos dos personajes continúan, con diálogos sumamente parcos. En distintos momentos la cámara enfoca el rostro del vagabundo, cuya mirada y facciones semejan, sin duda, al Cristo. Esto se acentúa con los grandes silencios y contemplaciones con los que está ensamblada la película.
En otro momento, la chica le comenta al vagabundo que el guardia de una propiedad le ha coqueteado y que incluso le ha dado un beso. El vagabundo se altera emocionalmente, pero logra contener su ira. Aunque cabe decir que no están necesariamente enamorados y aunque la chica insiste, el vagabundo mantiene la serenidad. Al cabo de algunos días el guardia y el vagabundo se encuentran y el vagabundo le asesta una gran golpiza con un garrote. Esto le vale al vagabundo una visita  a la comisaría, donde es interrogado acerca de este altercado. El asunto no pasa de esas instancias y la vida sigue normalmente.
Repentinamente, la chica aparece muerta en un campo, con signos de haber sido golpeada. Cuando su cuerpo está siendo velado en la casa de su madre, el vagabundo aprovecha un momento en que la casa se queda sola y entra para llevarse el cuerpo de la joven. Este, a su vez lo deja en la orilla de un pantano. Mientras tanto, un vecino del poblado con un semblante mal encarado, es arrestado, acusado de haber asesinado a la chica. Al final, la chica despierta, con una intensa tos, como si se le hubiera atorado algo en la garganta, finalmente se incorpora y se pone a caminar en dirección al poblado.
La cinta tiene un mensaje que provoca una confusión en el espectador o al menos una interpretación algo sesgada de la realidad. Desde el inicio el vagabundo aparece como un personaje inofensivo, incluso el asesinato del padrastro de la joven y la paliza que propina al guardia de la propiedad, llegan a parecer justificados ante los ojos del espectador.
Por otro lado, si se analizan los resultados de los actos del vagabundo, resulta tener un caracter extremadamente violento.
La apreciación del espectador se ve notablemente sesgada seguramente por la analogía con Cristo, que refleja el semblante del vagabndo. Es interesante notar cómo un personaje que hace tantos males, puede pasar indultado (exculpado) por el espectador, si se permite la expresión.
Sin embargo, tal vez el efecto más importante sobre la mente del espectador es la parquedad de los diálogos y la serenidad del vagabundo ante los actos más desconcertantes.
Hay otra parte interesante en la historia. En la que una madre tiene problemas para controlar a su hija adolescente, por lo que recurre a la ayuda del vagabundo. Tras una primera visita, el vagabundo no pede hacer gran cosa, pero tal vez su presencia es la que impresiona a la adolescente y calma su ansiedad. En una segunda ocasión, el vagabundo pide a la madre que salga de la habitación donde se encuentra la adolescente visiblemente contrariada, entonces la coloca sobre la cama y tapa su boca con un beso nada sensual, pero por la fuerza, logra ir tranquilizando a la adolescente. Esta parte de la historia y el hecho de que sus acciones, aunque violentas algunas, están basadas en la buena voluntad son las que generan la buena imagen sobre el espectador. En fin, resulta sumamente complicado tener una buena o mala imagen respecto a este interesante personaje.
Los conejos y otros animales utilizados como mascotas, necesitan un escondite instalado en su hábitat para disminuirles el estrés que les genera el movimiento de las personas en la cercanía. Me gusta ir al cine, de manera que tal vez en alguna ocasión te platique alguna película. Te lo comento para que no se te haga extraño o por si se te hace extraño.

Fuera de Satán
Bruno Dumont
Francia, 2011

Por lo pronto es todo.
Saludos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario