martes, 5 de noviembre de 2013

La epistemología en la práctica.

Las herramientas de la ciencia.

Categoría: 3. Humanidades y comportamiento humano.

En la teoría del conocimiento se dice que un cambio o proceso, el objeto, queda aprehendido o es apropiado por la mente del sujeto cuando sus características quedan de algún modo guardadas, en la forma de ideas, dentro de la mente del sujeto. La teoría del conocimiento se ha desarrollado desde los tiempos de los filósofos griegos Platón y Aristóteles. Aristóteles planteaba la existencia de propiedades primarias y secundarias para describir a los objetos (objetos de estudio). Las propiedades primarias son intrínsecas del objeto, es decir, existen independientemente de la percepción del sujeto, o sea, sus sentidos; algunas propiedades primarias serían las dimensiones, la masa, la forma. Las propiedades secundarias son las que el sujeto puede captar con sus sentidos y por lo tanto no son características fundamentales del objeto; las propiedades secundarias son entonces características sensoriales como el sabor, la temperatura, el color, el aroma.
El objeto no es modificado por el sujeto, de manera que la aprehensión de las características del objeto por el sujeto se realiza sobre propiedades estables. Es lo que se llama la trascendencia del objeto respecto del sujeto, o bien, la independencia del objeto a través de su aprehensión por parte del sujeto.
El conocimiento es algo que el sujeto puede expresar acerca de las características del objetos de estudio, por lo tanto, el sujeto es un portador consciente de esta información. En la vida cotidiana podemos observar que contamos con conocimiento (información sistematizada de manera consciente), pero también que llevamos, digamos, el germen de nuevos conocimientos, es decir, que de manera inconsciente sabemos algo, pero no nos damos cuenta de que lo sabemos. Hasta que en determinado momento nos viene una idea que nos aclara eso que estaba en nuestro inconsciente. Es cuando se utiliza la palabra "eureka". Bueno, pues ese conocimiento no necesita ser una novedad científica ni un adelanto tecnológico patentable para ser conocimiento, puesto que el sujeto ha aprehendido las características del objeto para poderlas expresar de manera consciente. De esta manera, el sujeto puede ser capaz de describir un cambio o proceso, puede establecer las dimensiones de ese cambio o proceso, e incluso, puede predecir las características del cambio o proceso a través del espacio y del tiempo. Esto según el nivel de información que el sujeto posee acerca de su objeto de estudio.
De manera cotidiana podemos obtener conocimientos al leer un libro, cuando asistimos a clases en la escuela, cuando hacemos prácticas de laboratorio, cuando hacemos un recorrido por un parque, un museo, un zoológico, una montaña, un océano, una fábrica, y en muchas otras formas (leyendo un Blog también). Cuando platicamos con otras personas sobre un tema en particular es frecuente el intercambio de conocimientos, y este intercambio se puede experimentar de muchas formas diferentes.
También existen muchas formas en las que el conocimiento se puede hacer evidente o notarse. Una persona puede percibir que su experiencia se acumula al resolver problemas de mayor complejidad que en un momento o etapa anterior de su formación académica o profesional. A una escala mayor podemos ver los cambios tecnológicos que se presentan en una profesión a través del tiempo. Los profesionales de una especialidad intercambian sus experiencias y algunos experimentan con nuevas tecnologías que, si son exitosas, pueden llegar a popularizarse, normalmente para hacer el trabajo más eficiente y que sus resultados tengan mayor calidad.
La tecnología y la cultura de las sociedades son los principales bienes de la humanidad y ambas se generan mediante la acumulación de conocimientos. El modo en que se generan los conocimientos ha cambiado a lo largo de la historia de la humanidad y se ha ido especializando, de manera que en la actualidad, las sociedades cuentan entre sus activos más importantes con grandes cantidades de recursos materiales y humanos dedicados a la generación de nuevos conocimientos.
Para ello, el proceso se ha sistematizado con lo que se conoce como el método científico. Este método se compone de una serie de pasos que apoyan al investigador a dirigir su proyecto hacia el objetivo que se ha planteado, ya sea como una línea de investigación o la solución de un problema técnico o teórico en específico. En pocas palabras el método científico consiste en enunciar un objetivo, como por ejemplo, mejorar la eficiencia de un proceso de producción; a continuación se plantea una hipótesis, que es enunciar la manera en que se dará solución al problema; en seguida se diseña un procedimiento que puede ser experimental o teórico, incluyendo la manera en que se va a manejar y analizar la información generada por el procedimiento planteado; una vez que se ejecuta el procedimiento y se analiza la información resultante se enuncian las conclusiones, la principal de las cuales debe informar si el problema quedó resuelto. En muchos casos el proceso de investigación genera soluciones al problema pero también genera más incógnitas sobre el problema que se aborda, de manera que se procede a la investigación sobre nuevas hipótesis si es que son lo suficientemente importantes para la solución del problema, si es que se justifica la inversión de más recursos en el problema y si es que la solución encontrada no es lo satisfactoria que se estaba buscando.
Como se ve entonces, el proceso de investigación es un proceso dinámico que se especializa cada vez más sobre un objeto de estudio o sobre nuevos objetos de estudio que se van encontrando en el camino. Es lo que se puede llamar un proceso interminable. Por ello, las sociedades invierten los recursos que necesitan para resolver los problemas de mayor interés para el manejo de su estructura, para el manejo de sus recursos naturales, para el manejo de sus sistemas de producción, para el manejo de sus servicios. Así, algunos campos del conocimiento que resultan demasiado vastos sólo se van abordando de manera marginal mientras que otros reciben una mayor atención.
Todos los pasos del método científico han sido estudiados cuidadosamente, de manera que existen técnicas especializadas dentro de cada campo del conocimiento para el planteamiento de objetivos e hipótesis, el diseño de experimentos es un campo en rápido desarrollo, las aplicaciones informáticas son cada vez más complejas para la solución de problemas teóricos y para el análisis de datos generados por medio de la experimentación. Esto se puede observar en la gran cantidad de publicaciones científicas que se generan diariamente, muchas de las cuales son de circulación global gracias a la gran velocidad que les permite la difusión de sus resultados a través de internet.
De esta manera los estudiosos de la teoría del conocimiento, los epistemólogos, al estudiar el problema del origen psicológico del conocimiento humano reconocen dos respuestas principales, una el empirismo y la otra el racionalismo. El empirismo, mayormente asociado con las ciencias factuales (como las ciencias naturales), sostiene que el conocimiento se origina a través de la experiencia (mayormente observación y experimentación); mientras que el racionalismo, asociado con las ciencias formales, como la lógica y las matemáticas, sostiene que el conocimiento se origina a través del uso de la razón por la mente humana.
Otra postura epistemológica, el intelectualismo, está estrechamente vinculada con el racionalismo; mientras que el apriorismo se vincula más fuertemente con el empirismo. Como se mencionó antes, en un proceso de investigación, o protocolo, se deben establecer con claridad cuáles serán las herramientas metodológicas que se emplearán para poner a prueba la hipótesis o problema bajo estudio. Estas herramientas pueden ser de tipo teórico, como programas de computadora, métodos estadísticos y modelos matemáticos, herramientas que están más cercanas al racionalismo y al intelectualismo. En un protocolo se pueden incluir también herramientas de observación como las encuestas, los censos y los experimentos, estas herramientas están más relacionadas con el empirismo y con el apriorismo.
Sin embargo, en muchos proyectos de investigación se conjugan el racionalismo y el empirismo en proporciones variables de acuerdo con el campo de conocimiento en que se trabaja. Esto no es arbitrario, pero se conocen algunos descubrimientos sorprendentes en los que se han puesto a prueba estas estrategias del conocimiento. Por ejemplo, cuando el físico inglés Francis Crick y el genetista norteamericano James Watson estudiaron la estructura del ADN a comienzos de la década de 1950, en Cambridge, Inglaterra, contaban con gran cantidad de información experimental sobre la estructura de los ácidos nucleicos que lo conforman así como imágenes de difracción de rayos X del ADN, pero tuvieron que hacer un ejercicio primordialmente teórico para encontrar la forma en que esas moléculas se unen para poder después ser traducidas por los ribosomas a un código que permite la formación de proteínas.
En otro ejemplo, el relativamente reciente desarrollo de las ciencias genómicas tuvo como base precisamente el entendimiento del código genético en su proceso de traducción a proteínas. De manera que la biología centró sus esfuerzos en el estudio de los genes, podría decirse que durante todo el siglo 20. De manera más o menos racional o más o menos empírica, el enfoque de los estudiosos de los genes ha modificado ligeramente su enfoque hacia el estudio de genomas completos. Este enfoque permite integrar el estudio de vías metabólicas desde la codificación genética de las enzimas que intervienen pasando por su transcripción y síntesis. Esto permite un entendimiento completo y la posibilidad de utilizar en la práctica vías metabólicas de interés médico, agrícola, de la ingeniería de los alimentos, industria farmacéutica, industria química, fabricación de biocombustibles y en muchas otras áreas de interés, por supuesto en las investigaciones sobre evolución, migración, especiación, domesticación de especies. De particular interés resulta el siguiente párrafo tomado de la página web del Instituto de Ciencias Genómicas de la UNAM:

“La ciencia está enfrentando un cambio de paradigma de la biología molecular, clásicamente centrado en el gene, a un nuevo nivel de integración centrado en el genoma. Los avances recientes en relación con la capacidad para obtener con alta eficiencia y precisión la secuencia de DNA (molécula en la que se encuentra codificada la información genética) así como su expresión a nivel de RNA (transcriptoma) y proteína (proteoma) aunada a la capacidad de interpretar dicha información por medio de herramientas de biología computacional (bioinformática), nos brindan la posibilidad de comprender la estructura genética completa de organismos específicos, así como su función y su regulación. Además del aumento cuántico del conocimiento biológico que deriva de las Ciencias Genómicas, las repercusiones de este conocimiento en áreas relevantes de la medicina, la agricultura, el medio ambiente y la industria, así como en aspectos legales y éticos, son de trascendencia fundamental para la sociedad. En este contexto las Ciencias Genómicas es un área estratégica en el mundo actual. Considerando a las Ciencias Genómicas en sentido amplio, éstas incluyen los campos de: bioquímica, biología molecular, bioestructura, estadística, genética, matemáticas y ciencias computacionales (bioinformática). Los avances en las metodologías para la secuenciación de DNA han derivado en una verdadera revolución sobre la manera de considerar un genoma en su conjunto. La bioinformática contiende con el reto actual de definir, manejar y descifrar la información de secuencias genómicas accesibles públicamente en bases de datos, para comprenderla y a partir de esto plantear preguntas relevantes para las ciencias biológicas. La elaboración de mapas de expresión de los genomas –transcriptoma y proteoma- en distintas condiciones permitirá conocer de manera integrada la fisiología, lo cual permitirá hacer la ingeniería de vías metabólicas. La comparación de la expresión genómica entre estados normales y patológicos representa un importante avance en las ciencias médicas, que incidirá en su comprensión, diagnóstico y posible terapéutica. El impacto de las Ciencias Genómicas en el estudio de la biodiversidad –por ejemplo, de microorganismos y plantas- y sus aplicaciones para la taxonomía, así como para la conservación y el uso de los recursos biológicos, en su sentido más general, es enorme. No menos importantes son también las implicaciones económicas, éticas y aún legales que emanarán de estos nuevos conocimientos y de su aplicación”.

La física también vivió un gran avance cuando se introdujo la física experimental en el siglo 16 con los trabajos da Galileo Galilei (Ortega y Gasset, 2000).

Bibliografía
Besteiro, Julián. 2011. Los juicios sintéticos "a priori". Editorial Porrúa. Colección Sepan Cuántos. México DF, México. (Publicado por primera vez en español en 1912).
Curtis; Helena y Sue Barnes. 2000. Biología. Editorial Panemericana. Sexta Edición en Español. Mdrid, España.
Hessen, Johannes. 2011. Teoría del conocimiento. Editorial Porrúa. Colección Sepan Cuántos. México, DF, México. (Publicado por primera vez en español en 1923).
Instituto de Ciencias Genómicas de la UNAM. Consulta 4 de noviembre de 2013. http://www.ccg.unam.mx/history
Messer, August. 2011. El realismo crítico. Editorial Porrúa. Colección Sepan Cuántos. México, DF, México. (Publicado por primera vez en español en 1927). 
Ortega y Gasset, José. 2000. ¿Qué es la filosofía? Editorial Espasa Calpe. México.