lunes, 19 de febrero de 2018

Jardines acuáticos

Los jardines de plantas acuáticas son toda una especialidad. En  condiciones ideales, estos jardines requieren de poco mantenimiento.

Para eso se introducen las especies vegetales, ya sean flotantes (Lemna  spp, Eichhornia crassipes) o como en este caso, ancladas en el fondo  (género Nymphaea). Como los mosquitos y otros insectos dejan sus  huevecillos en el agua, es necesario introducir peces que se alimentan  de sus larvas acuáticas, estos pueden ser pececillos dorados (Carassius  auratus (Linnaeus,1758)), cíclidos (Neolamprologus leleupi (Poll,  1956)) y charales (Chirostoma spp), este último endémico de los lagos de  México.

En lugares de  clima cálido, esta combinación permite que las nayades de libélulas y  caballitos del diablo (Odonatos) crezcan sin dificultad. Las nayades no  son consumidas por los peces, ya que ellas mismas son carnívoras y  pueden incluso alimentarse de pequeños peces. Esto es muy recomendable  ya que estos insectos devoran ávidamente pulgones, moscas, polillas y  otras plagas agrícolas.

Un tercer elemento que es importante  introducir en estos estanques son los caracoles acuáticos, como el  caracol manzana (Pomacea diffusa) o el Physela acuta, que es más  pequeño, rústico y prolífico, ya que estos forrajean en las paredes y  ornamentos del fondo, evitando que se cubran de una bio-película de  algas verdes.

Si se quiere además introducir tortugas, hay que  seleccionar muy bien los tipos de peces y caracoles, porque las tortugas  son muy voraces. Las más utilizadas son de la especie Trachemys scripta  elegans, conocidas como tortugas japonesas y son originarias de Florida  y el noreste de México. En Europa muchos países han prohibido su  introducción como mascotas porque han invadido ecosistemas sensibles,  tras ser liberadas por aficionados.

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