Categoría: 3. Humanidades y comportamiento humano.
Vivir disciplinadamente:
- Comer bien. Somos lo que comemos.
- Dormir bien.
- Pensar bien. Pensar positivamente.
- Hacer ejercicio.
Trastorno de ansiedad. Este trastorno puede provenir de no
sentirse bien, por experimentar dolores de estómago frecuentes por ejemplo, y
por lo tanto el círculo social tiende a excluirlo. Al sentir rechazo, se tiende
a buscar la manera de agradar o buscar la pertenencia al grupo. Para eso se
puede ser muy solícito o muy comedido y el grupo puede mostrar que está
aceptando al individuo. Sin embargo, el hecho de sentir malestar es
interpretado por el grupo como acciones no fundadas y por lo tanto no válidas
de comportamiento. Por ello es importante sentirse bien. De esta manera, el
grupo intuye que las acciones de la persona están basadas en una manera de
vivir, más ordenada por ejemplo.
Por eso, cuando siendo comedido sin tener como base una vida
ordenada y por lo tanto un estado general bueno, el grupo hace siempre evidente
que se carece de un fundamento y todas esas acciones nunca se traducen en una
tranquilidad para el que las realiza. En su afán de mantenerse en buenos
términos con el grupo puede afanarse demasiado ocasionando estrés, por
consecuencia, falta de sueño, que provoca más dolor de estómago y estados de
depresión, lo que se traduce en pensamientos negativos, como frustración,
sentirse amenazado, pensar, en fin, que el entorno está en contra. Ese es el
estado de ansiedad. Si se cumplen los cuatro puntos señalados (puede haber
otros, por supuesto), la ansiedad irá disminuyendo paulatinamente, los malestares
por dolor de estómago, por el mal comer y por mal dormir se irán retirando. Se
entiende entonces, que comer bien no significa comer manjares exquisitos, comer
bien es comer lo que al estómago le hace bien.
El proceso social es lento. Si la Tierra tarda 365 días en
dar una vuelta al Sol, no se puede exigir a nuestro planeta que vaya más
rápido. O bien, se le puede exigir, pero no se puede esperar que lo haga. Hay
quien lo podría intentar hacer por la fuerza!! Es cuestión de gustos.
Cuando nos presionamos excesivamente por realizar alguna tarea o por resolver algún problema, sobre todo si lo tratamos de hacer en un tiempo excesivamente corto, podemos experimentar lo que se llama trastorno de identidad diferenciada. En este trastorno, las cosas se salen de nuestro control de manera inexplicable y tratando de recobrar ese control, caemos en un ciclo negativo en el que sólo pensamos en los factores que están obstaculizando el éxito de nuestra tarea. La única manera de no caer en esa situación es llevando una vida bajo control y no dejar que las cosas que están a nuestro alcance se salgan de su camino. Una vida ordenada también nos ayuda a identificar las cosas que no podemos controlar y por las que no debemos, por lo tanto, estar preocupados (por lo inútil que reulta, quiero decir).
El cine hace referencia frecuentemente al trastorno de identidad diferenciada, es un tema muy socorrido. Una película que lo trata de una manera especialmente agradable es 'El extraño caso de Angélica', del director portugués Manoel de Oliveira, filmada en 2010, cuando el director tenía 100 años de edad. La producción es de España y Portugal. Filmada en una quinta ("Quinta das lágrimas") en Peso de Régua, poblado situado a la orilla del río Douro, cerca de la ciudad de Porto.
Miguel Angel Orduña Bustamante
13 de abril de 2012
Saludos
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