Categoría: 2. Ciencia y tecnología.
Los insectos son sin duda uno de los grupos de organismos más fascinantes que existen en la naturaleza, Son el grupo más numeroso sobre el planeta, son el grupo que en su conjunto, conforman la mayor cantidad de biomasa animal, junto con las aves y los murciélagos (mamíferos) son los únicos seres que han desarrollado la capacidad de volar, tienen representantes en prácticamente todos los ecosistemas del planeta, aunque muchos animales, tal vez la mayoría, forman grupos sociales para sobrevivir, los insectos tienen entre sus filas a las especies con los comportamientos sociales más complejos, quizás aún más complejos que las sociedades humanas.
Las abejas tienen su representante más conocido en la especie Apis melifera, que es la que los apicultores han domesticado durante los últimos mil años por lo menos. Esta especie se alimenta de néctar y polen recolectado en las flores de muchas especies vegetales que han evolucionado junto con esta especie para ser polinizadas por este grupo de insectos, en una actividad intensa conocida como pecoreo, por los apicultores.
Las abejas viven en grandes colonias, bajo el mando de una abeja reina que literalmente marca el paso de la colmena, nombre con el que se conoce a una colonia de abejas. Una abeja reina recién nacida, debe aparearse con los machos o zánganos de la colmena, para poder iniciar su labor como reproductora. Debe recordarse que este individuo es el único elemento de la colonia con esta capacidad. La reina se aparea con varios zánganos y es capaz de almacenar por separado el semen de cada uno de ellos. De la misma manera, es capaz de utilizar el banco de semen de uno u otro zángano, realizando posturas en lotes de huevecillos que son todos hijos de los mismos progenitores. Así mismo, las obreras son capaces de distinguir las larvas que son producto del apareamiento de zánganos con un parentesco cercano a la abeja reina y sistemáticamente los destruyen, para evitar que la consanguinidad de la colonia aumente. En este sentido, la especie es altamente susceptible a la consanguinidad, como la mayoría de las especies de animales, por lo que han de desarrollado este mecanismo evolutivo para mantener la fortaleza de la colonia. Los científicos han encontrado que una colonia saludable debe mantener un total de 9 cromosomas sexuales, si este número disminuye por cruzamientos consanguíneos (cruces entre parientes cercanos), la colonia comienza a debilitarse. De ahí que los apicultores practiquen una serie de medidas de manejo genético que evitan que la colonia se debilite y reduzca su producción de miel y la generación de descendencia. Una de ellas es el intercambio oportuno de reinas. Otra es la destrucción de celdas reales durante las temporadas de enjambrazón, para evitar que la colonia se divida y quede demasiado mermada. Los apicultores hacen divisiones controladas de colmenas para asegurar poblaciones suficientemente robustas para que puedan aprovechar la temporada de floración y guardar suficientes reservas de alimentos y de individuos para la temporada de receso invernal.
Figura 2. Dinámica poblacional de Apis melifera en el hemisferio norte. Las diferentes clases de abejas están en función de su especialización. Las abejas han desarrollado la función dentro del grupo social al grado en que tienen comportamientos, diferencias genéticas y fisiológicas sumamente marcadas.
Es interesante contar con un modelo de crecimiento poblacional de las abejas, ya que este ejercicio permite simular diferentes respuestas a los factores ambientales a los que están expuestas en los diferentes ecosistemas naturales donde habitan o en las condiciones de crianza donde se cultivan de forma comercial.
Las abejas que se manejan en los apiarios son una especie domesticada por el hombre y dependen de su cuidado para vivir (Apis mellifera o abeja europea). Como tantas otras especeis de animales y plantas, estarán con nosotros mientras nosotros mismos estemos a salvo de la extinción. El problema de la decadencia de las colmenas que se ha observado en algunos países con cierta intensidad, es un asunto sanitario que tiene que ver con un ácaro, la varroa (género Varroa). Y está siendo investigado para su control, ya que en las plantaciones de frutales (manzanas, peras, cieruelas, etc) y en los cultivos de hortalizas bajo invernadero (pepinos, jitomates, pimientos y otros frutos), la declinación descontrolada de las poblaciones de abejas representa también declives importantes en la producción. Pero no es ninguna señal apocalíptica ni se trata de su extinción, ni mucho menos.
Las abejas que se manejan en los apiarios son una especie domesticada por el hombre y dependen de su cuidado para vivir (Apis mellifera o abeja europea). Como tantas otras especeis de animales y plantas, estarán con nosotros mientras nosotros mismos estemos a salvo de la extinción. El problema de la decadencia de las colmenas que se ha observado en algunos países con cierta intensidad, es un asunto sanitario que tiene que ver con un ácaro, la varroa (género Varroa). Y está siendo investigado para su control, ya que en las plantaciones de frutales (manzanas, peras, cieruelas, etc) y en los cultivos de hortalizas bajo invernadero (pepinos, jitomates, pimientos y otros frutos), la declinación descontrolada de las poblaciones de abejas representa también declives importantes en la producción. Pero no es ninguna señal apocalíptica ni se trata de su extinción, ni mucho menos.
En esta ocasión deseo recordar a Francisco Orduña Bustamante: