viernes, 27 de mayo de 2016

Capacidad de inetercambio catiónico del suelo

Un suelo con buena capacidad de intercambio catiónico hace más eficiente el uso de los fertilizantes. También mejora la microbiota del suelo al retener por más tiempo nutrientes y biomoléculas, permitiendo la actividad bacteriana sobre ellas.
Desde el punto de vista ambiental, un suelo con elevada capacidad de intercambio catiónico previene la lixiviación de nutrientes hacia el subsuelo o agua subterránea. Otro punto ambiental a favor es que los herbicidas y demás plaguicidas que sean aplicados al suelo, serán retenidos por más tiempo, aumentando su poder residual, pero también favoreciendo su degradación bacteriana. Además se minimiza la lixiviación de compuestos orgánicos tóxicos. 

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En este sentido, el suelo actúa como una columna de intercambio iónico y a la vez, como un reactor biológico empacado. Estas características lo convierten en un sistema sumamente complejo en el que interaccionan factores bióticos: nuestros cultivos y la microbiota natural e inducida; con factores físico-químicos: intercambio de iones, intercambio gaseoso, precipitación y solubilización, gradientes de concentración, procesos de adsorción-desorción, entre otros.
En un suelo con escasa capacidad de intercambio catiónico, tanto los nutrientes como las moléculas organicas aplicadas como plaguicidas o sintetizadas por los componentes bióticos, serán mucho más susceptibles la lixiviación. Esto es, el arrastre de materiales por advección, o sea la combinación de arrastre hidrodinámico y difusión, con un escaso componente amortiguador, asociado con la baja capacidad de intercambio catiónico.


Tema 1. Programación y electrónica.
Tema 2. Ciencia y tecnología.
Tema 3. Humanidades y comportamiento humano.
Tema 4. Cine y literatura.
nfjh

viernes, 13 de mayo de 2016

Urbanismo

Tema 2. Ciencia y tecnología.

Todas las ciudades cuentan con un plan de desarrollo urbano (municipal o delegacional). Desgraciadamente, hay que aceptarlo, muchas veces no se respetan los criterios ahí establecidos.
 
El resultado de esas malas decisiones se manifiesta en deficiencia
en el tráfico vehicular, pocas facilidades para los peatones y ciclistas (lo quieren remediar ahora, pero la verdad es que no existen los espacios que debieron respetarse), no se diga de la deficiencia en áreas verdes (verdaderas áreas verdes, no terrenos baldíos). Y a caso el peor de todos, los asentamientos urbanos en sitios de alta vulnerabilidad (cauces de ríos, zonas inundables, áreas de recarga de acuíferos, suelos inestables, entre otros).
 
Estos planes de desarrollo urbano son elaborados por especialistas. Es una verdadera lástima que se desperdicie el talento de todas estas personas.
 
Uno de los resultados indeseables que genera este tipo de desorden administrativo, radica en que algunas ideas como que los efectos del cambio climáticos están desencadenando fuertes cataclismos, tormentas y huracanes más fuertes. Cuando en realidad la mayoría de nuestras angustias son resultado de nuestro propio desorden.
 
El medio ambiente no se está acabando como dicen algunos. La tormenta está en nuestras mentes y en nuestros desastres. Un tercio de la superficie de la Tierra está ocupado por ecosistemas terrestres, menos de un diez porciento de esta superficie es la que utilizamos para vivir, y eso que somos 6 000 millones de personas.


Ecología urbana


Me gustaría comentar algo que he notado en los estudios de impacto ambiental. La mayoría de proyectos se realizan en zonas donde el ecosistema natural ha desaparecido, esto es, en zonas industriales, urbanas y agrícolas. En estos casos el ecosistema original no es la base del estudio, porque el ecosistema actual contiene al ser humano. Entonces debemos asegurarnos de que el proyecto sea sustentable ambientalmente y que sus beneficios alcancen a la población que ahora habita ese u otro ecosistema urbano, industrial o agrícola. A eso se le llama ecología urbana. En este enfoque sí existe el ser humano como parte del ecosistema.

Me pregunto cómo podemos eliminar la especie humana al abordar el estudio de los ecosistemas, si ya superamos los 7 000 millones de habitantes en este planeta. Creo que será mejor irnos acostumbrando a que estamos aquí.

Así como en las ciudades dejamos de ver las estrellas por efecto de la iluminación urbana, también nos dejan de frecuentar muchas especies de animales y no se diga de plantas. Pero eso no quiere decir que hayan desaparecido o estén al borde de la extinción.



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